sábado, 9 de abril de 2011

Dos caballitos de dos en dos, alzan la pata y dicen adiós... chiqui chiqui chin, chiqui chiqui chan, chiqui chiqui chiqui pirurin tin tan...

Esto es lo que me tararea mamá para hacerme sonreír. La mayor parte del día se la pasa inventado melodias o poniendo y quitando letras a nanas existentes para que tengan terminaciones sonoras, todo con tal de que me llamen la atención y le regale una de mis sonrisas, el regalo mejor guardado de los bebés.

Si, soy un bebé de 6 meses, varon, blanquito como la nieve pero criollito. Tengo mi corazón dividido en más de dos partes según mi mamá.

Por un lado soy venezolano (he de serlo de corazón ya que de alli vengo, es decir, allí se produjo el milagro de mi vida. Por lo que he escuchado fue en un sitio paradisíaco, en una zona de Venezuela llamada Chichirivichi, que es un pueblo feísimo pero las playas son espectaculares, así que lo uno compensa lo otro). Por otro lado soy español ( eso ya me lo creo más porque tengo pasaporte y DNI pero no nací allí, lo soy porque mi papá lo es de nacimiento) y por tercero y ya para terminar soy suizo, nací en Ginebra.

Llevo 6 meses intentando adaptarme a lo que es vivir en el mundo, no ha sido fácil ni para mí ni para mis padres pero cada día vamos a mejor aunque me cuesta entender a los adultos.

Mamá esta totalmente dedicada a mí, conmigo tiene un trabajo las 24 horas del día los 7 días de la semana. Ella dice que está felíz y de momento no se plantea retomar su vida laboral y la verdad que yo estoy encantado, soy un privilegiado de no tener que pisar una guardería, por lo menos no lo he hecho en mis 6 primeros meses de vida, pero he escuchado que tienen en mente meterme media jornada en verano mientras mama hace un curso de francés... a ver en qué termina todo esto pero de entrada no me gusta la idea.

Papá, él es encantador, simplemente especial conmigo, muy mimoso ( no como mamá que me deja llorar de vez en cuando). Estoy seguro que una vez de mis primeros pasos me regalará en lugar de unos zapatos unos skis porque su idea es que le acompañe a bajar montañas llenas de nieve.

Este es otro tema del cual escribiré más adelante, de las ideas que tienen para mí... de momento la que están llevando a cabo es la de llevarme todos los sábado a un gimnasio y yo me pregunto si no tienen mejor plan que ir a ese sitio que no me gusta (llevo dos clases y no doy pie con bola). Mamá y papá tienen la esperanza de que una vez me haya adaptado sonreiré mientras me dan la vuelta o hacen conmigo el avioncito o veo burbujitas de jabón y la verdad que yo no sé qué vaya a pasar, tal vez cambie de idea y le tome gustillo al tema de ejercitarme o tal vez chille la próxima vez que vea al instructor...

En fin, mejor  no pensar en eso y más bien me voy a la cama, es hora de dormir.

MNA

No hay comentarios:

Publicar un comentario